Educar en casa: 3 acciones para impulsar la igualdad de género
Para construir nuevas masculinidades saludables es vitar trabajar desde el hogar entre hombres y mujeres. Mediante pequeñas acciones, podemos cambiar la mentalidad, aceptando emociones, valorando las sensibilidades y cuidando que los niños se expresen con total libertad, ya que los estereotipos sociales afectan a los hombres y mujeres desde pequeños. En este sentido, la educación en el hogar resulta vital para alcanzar el cambio y evitar expresiones culturales que han quedado aprendidas en nuestra memoria como “los hombres no lloran”.
Con acciones diarias es posible contribuir a la igualdad de género para que hombres y mujeres puedan vivir libremente en un estado de bienestar, más seguro, más respetuoso y más igualitario en el que tanto los hombres como las mujeres no estén ligados a roles impuestos por la sociedad. A continuación, te contamos tres maneras de fomentar e impulsar la igualdad de género en casa:
1. Compartir el trabajo doméstico
En la actualidad, se mantienen pensamientos tradicionales que se asocian a las mujeres como el cuidado de los niños y del hogar e invalidando sus habilidades intelectuales.
Siguiendo esta línea, podemos comprobar como las estadísticas de la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT) confirman que las mujeres trabajan en el hogar más que los hombres, concretamente 23 horas más y sin remuneración. Este dato confirma que resulta un impedimento para las mujeres que puedan dedicar tiempo libre o actividades de ocio.
Repartir las tareas del hogar y la crianza de los hijos e hijas equitativamente es una práctica que impulsa la igualdad. Para alcanzarlo, podemos establecer un calendario de actividades, horarios, tiempos y actitudes para que todos los miembros del hogar se involucren en esta tarea. Por ejemplo, poner la mesa, cocinar, fregar o planchar. La idea de que los hombres “ayudan en las funciones domésticas” no es correcta, sino que como parte del núcleo familiar son responsables del trabajo del hogar. Si eres padre, incentiva a tus hijos e hijas para que se repartan las tareas sin importar el género, de esta forma darás ejemplo y al mismo tiempo los ayudarás a educar en igualdad desde pequeños.
2. Motiva la confianza y el empoderamiento de tus hijas
Normalmente, los estereotipos sociales y de género se reproducen dentro del hogar casi sin darnos cuenta y se transfieren de generación en generación. Por ello, es vital que compruebes como te diriges a las mujeres y niñas dentro de tu casa.
Una idea para hacerlo es reforzar a las niñas que son fuertes, inteligentes, independientes y capaces para hacer cualquier cosa y que además, su valor va más allá de su apariencia, resaltando su capacidad física, sus valores personales y su liderazgo.
3. Educar en igualdad
Del mismo modo que debes trabajar con tus hijas, también deberás hacerlo con tus hijos para fomentar las nuevas masculinidades, una forma de igualdad de género, ya que los niños y jóvenes son los que más dispuestos están de cuestionar y hablar las normas de género y resulta una edad crucial para educarlos en valores. Educa desde una masculinidad sana que permita aceptar sus emociones sin encasillarlos en estereotipos o roles de género.
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Para Dyadis Psicología Delicias es importante responder con claridad a estas preguntas.
En algún momento de la terapia psicológica es posible que surjan miedos sobre el propio proceso: miedo a volverse demasiado dependiente, a no avanzar o a cambiar de terapeuta. Otras veces uno mismo puede no estar preocupado por estos aspectos directamente, pero se pregunta qué podrán pensar los demás acerca de su terapia individual.