Nuevas formas de entender la masculinidad
En este articulo descubrimos qué son las nuevas masculinidades, las diferencias que presentan respecto a la masculinidad tradicional y cómo trabajarlas.
Combatir el término de masculinidad tradicional es fundamental para el desarrollo de la igualdad de género. A lo largo de la historia se ha concebido al hombre como referente hegemónico que puede con todo, protector, fuerte y proveedor. Este concepto de masculinidad tradicional ha variado en las ultimas décadas, ya que no se ajusta a la realidad y genera comportamientos insanos.
Qué son las nuevas masculinidades
Las nuevas masculinidades o masculinidades alternativas proponen replantear la idea tradicional de la masculinidad desprendiéndose de los roles de género adquiridos y heredados a lo largo de los siglos. Así, la nueva masculinidad surge como respuesta a la masculinidad tradicional.
Uno de los puntos más beneficiosos de las nuevas masculinidades es la erradicación de la violencia de género y de aquellas actitudes que la favorecen. Otro punto importante es la ruptura del hombre omnipotente y violento, así como el rechazo de las conductas machistas tan presentes en la vida cotidiana.
En este sentido, el concepto de hombre hegemónico ya no es útil porque no se ajusta a la realidad, de ahí el cambio hacia nuevos modelos que generen relaciones personales y laborales más igualitarias.
Diferencias entre masculinidad tradicional y nuevas masculinidades
Las nuevas masculinidades presentan diferencias importantes respecto a la masculinidad tradicional o hegemónica en materia de:
- Competitividad: un aspecto de la masculinidad tradicional se basa en demostrar las habilidades propias mediante la competitividad para lograr un estatus social o laboral. Por el contrario, las nuevas masculinidades consideran que cada persona exponga sin miedo sus debilidades sin buscar la confrontación.
- Desigualdad: la masculinidad tradicional se basa en la cultura de la desigualdad. Sin embargo, las nuevas masculinidades apuestan por las relaciones entre iguales.
- Roles de género: la masculinidad tradicional se opone a lo femenino (los hombres proveen, ni cuidan, ni lloran). Por el contrario, las nuevas masculinidades eliminan estos roles de género y promueven la libertad.
- Agresividad: las conductas más negativas de la masculinidad hegemónica son la violencia y la agresividad. Ésta se manifiesta en comentarios sexistas, acoso y violencias sexuales. La nueva masculinidad elimina la violencia machista y de cualquier otro tipo.
- Imagen exterior: el referente masculino tradicional proyecta una imagen exterior competitiva e instrumental. Esto conlleva un descuido interior que provoca una mala gestión emocional. La nueva masculinidad equilibra el desarrollo interior y exterior, favoreciendo una gestión saludable de las emociones y de las relaciones interpersonales.
Cómo fomentar las nuevas masculinidades
- Revisar el modelo de masculinidad: se debe dejar de lado el estereotipo y dejar que afloren nuevas formas de expresar los sentimientos.
- Eliminar la violencia: esto supone eliminar la representación aprendida de cómo debe ser un hombre y pasar a una perspectiva del “ser”, de ser lo que cada uno quiera ser.
- Fomentar la empatía: conseguir conectar más con los demás y con lo profundo. Supone centrarse más en sentir y escuchar.
- Apostar por el cuidado: implicarse en el cuidado va más allá de aspectos como la paternidad. Se trata de construir una masculinidad partiendo de relaciones sanas y equilibradas y vivir la crianza y el cuidado como espacios propios y no como terreno en el que los hombres son invitados.
- Aprender en el camino: las masculinidades alternativas favorecen la libertad propia; cada uno elige qué tipo de vida quiere y cómo mostrarse hacia los demás. En este sentido, la diversidad es la base para fomentar las relaciones igualitarias, generando espacios sin estereotipos que marquen el camino.
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