¿Qué es el perfeccionismo y cómo podemos gestionarlo adecuadamente?
El perfeccionismo puede ser considerado en muchas ocasiones como un vicio. Por lo mismo, y exactamente igual que cualquier otro puede condicionar seriamente nuestra vida. Es por ello que como servicio de psicólogo en Delicias queremos hablarte más de él y de cómo gestionarlo para llevar una vida sana.
¿Qué es el perfeccionismo?
Aunque es cierto que el término «perfeccionismo» está muy presente en nuestra sociedad y en nuestro día a día, pocas veces nos paramos a pensar exactamente en qué consiste. Es importante, sin embargo, comprenderlo para paliar algunos de sus efectos más perniciosos.
1.- Baja autoestima
El perfeccionismo puede definirse como la necesidad obsesiva de hacer todas las cosas de forma perfecta. Esta aspiración es del todo ilusoria; sin embargo, los efectos que puede tener sobre nosotros mismos pueden ser muy reales.
En concreto, el perfeccionismo es algo que puede afectar de forma notable a la autoestima de alguien haciendo que disminuya notablemente. La persona perfeccionista puede castigarse a sí mismo y llegar a pensar que, no hacer las cosas perfectas es directamente fracasar.
2.- Depresión fruto del perfeccionismo
Fruto del perfeccionismo puede ser en muchas ocasiones la depresión. Este estado crónico de apatía hace que nos sintamos derrotados, sin fuerza ni ánimo y con ninguna gana de afrontar ni nuestro presente ni nuestro futuro.
Es consecuencia precisamente de haber agotado todas nuestras expectativas por aplicar el perfeccionismo. De esa manera, cuanto más nos castigamos, más vamos «hundiéndonos» hasta llegar a un pozo de depresión y sufrimiento.
3.- Ansiedad
Otro de los efectos más notables que tiene el perfeccionismo crónico es la ansiedad. Esta se presenta precisamente como un estado de nerviosismo frente a los retos de la realidad y a los «fracasos» que se perciben de forma subjetiva.
También de forma previa se presenta el miedo a no hacer algo de forma perfecta, que se experimenta siempre como una derrota personal y una decepción con uno mismo. Esto nos hace tener un estado continuo de nerviosismo, vértigos, tensión muscular, etc.
¿Cómo puede gestionarse el perfeccionismo?
Es posible convertir esa cualidad perfeccionista en una virtud que nos ayude a sumar. Aquí van algunos consejos para hacerlo.
1.- Aprende a valorar prioridades
Hay que pensar en primer lugar que no todas las cosas tienen la misma importancia. Por ello, es recomendable establecer una serie de prioridades y reflexionar acerca de qué cosas son importantes para nosotros. Con ello, estaremos descargando de muchos aspectos de nuestra vida una frustración desmedida para algo que, en el fondo, puede que no sea tan importante.
2.- No planifiques en exceso
No intentes tener todo bajo control en tu calendario. Una de las características de las personas perfeccionistas es que buscan tener todo absolutamente planificado. En lugar de ello, déjate llevar y no intentes saber con tanta antelación todos los acontecimientos.
3.- Valora si te merece la pena
Uno de los ejercicios más positivos para gestionar el perfeccionismo consiste precisamente en valorar qué nos aporta y en qué nos perjudica. Reflexiona acerca de si es o no recomendable llevar tu vida bajo el criterio riguroso y desmedido del perfeccionismo exagerado. Seguro que te convences de que no haciendo una lista de pros y contras.
Esperamos que estos consejos te sirvan de ayuda. Para cualquier duda, recuerda que contamos con una primera consulta gratuita online.