Gestión emocional: Afrontar el miedo
Cómo afrontar el miedo ha sido y será uno de los retos con los que nos hemos encontrado como especie. Desde que buscábamos cobijo en cuevas refugiándonos de las inclemencias de la naturaleza hasta la actualidad, donde la incertidumbre ante la pandemia puede provocar miedo salir de casa.
En primer lugar hay que defender su función, ya que sin él no estaríamos aquí. Es una emoción básica y necesaria, y pobre de aquella persona que no lo sintiera. Es importante no confundirlo con otras conductas y fenómenos relacionados con la oxcitocina, que como señalan diversos estudios, comparten mecanismos químicos y neuronales con la ansiedad social o las fobias. A la hora de clasificar los miedos, podemos tener en cuenta los siguientes aspectos:
Terapia individual
Para que las cosas empiecen a encajar…
Hay diferentes tipos de miedo que podemos agrupar de distintas maneras.
- Una forma de agruparlos es pensar si son adaptativos o patológicos: Cuando existe un peligro real y nuestra reacción es acorde a la magnitud de dicha amenaza, hablamos de normal adaptación. Si hay una reacción desmedida y el miedo nos impide vivir nuestra vida con normalidad es cuando deberíamos pedir ayuda para aprender técnicas de afrontamiento.
- Otra forma es valorar nuestro grado de exposición al mismo: El miedo a las alturas o el miedo a volar no tendrán la misma importancia para un maestro de escuela que para una piloto comercial.
- Otro aspecto es la importancia que le damos: Vencer el miedo al rechazo no será igual de importante para una persona introvertida que para una extravertida. Mientras una disfruta de la introspección y los círculos reducidos de personas, la otra sufre si no lo consigue.
Afrontar y superar nuestros miedos, sobre todo aquellos que no son adaptativos, forma parte de nuestro crecimiento personal. Nos permite salir de nuestra zona de confort, experimentar, aprender y ser un poco más libres a cada paso que damos.
Una actividad práctica para afrontar el miedo:
Te propongo una actividad que te servirá para afrontar esta sensación. A través de esta técnica lo que haremos será convertir un monstruo quizás grande y feo en algo pequeño y manejable.
Sacar nuestro miedo, manipularlo y en todo caso, permitir que nos acompañe sin asustarnos. Para ello necesitarás un papel, un lápiz y un entorno tranquilo. Comenzamos:
- Piensa en un miedo o una preocupación que te esté rondando últimamente. Date unos minutos para respirar profundamente, con los ojos cerrados, y cuando sientas que lo tengas sigue al siguiente paso.
- Coge la hoja y dibuja una línea que la divida por la mitad. Dedica la mitad izquierda a escribir, dibujar o plasmar tu miedo con total libertad.
- Una vez lo tengas, observa detenidamente lo que has expresado en el papel. Trata de reconocer qué emociones llegan, qué adjetivos se te ocurren, qué ideas aparecen…
- Después de este recorrido, busca un objeto que te resulte especial. Algo que te transmita fuerza, tranquilidad, ternura… Si no lo tienes a mano, trata de cerrar los ojos e imaginártelo. Dedica unos minutos a tenerlo en tus manos, centrarte en su tacto, fijarte en detalles que quizás pasaste por alto y conectar con recuerdos y emociones que asocies.
- Utiliza ahora el lado derecho del papel para representar lo que te sugirió este objeto.
- Para terminar, dobla el papel por la línea, de modo que el miedo y el objeto se toquen. ¿Qué le dice tu objeto a tu miedo?
Esta técnica es muy utilizada en terapia psicológica y sirve como primer paso para comenzar a trabajar el afrontamiento y el desarrollo de nuevas habilidades. Detectar raíces del temor, pero también fortalezas y factores de protección que a veces desarrollamos sin darnos cuenta.
Luchas contra el miedo no es tarea sencilla, y menos si se hace en soledad. La psicoterapia ofrece la seguridad y la cercanía necesarias para transformar estas barreras en puentes.