Terapia feminista para hombres: Hacia nuevas masculinidades
En la ciudad de Madrid está constatado que los hombres buscan menos ayuda para los problemas de salud mental. Conocer por qué motivos es muy importante para ofrecer un servicio adecuado a todas las personas. Las nuevas masculinidades abren la puerta a romper con este tabú.
Dos factores principales que dificultan la atención psicológica son la accesibilidad y la estigmatización de la salud mental. Otro es el género, ya que la masculinidad normativa a veces determina si una persona puede llegar a un profesional de la salud mental o incluso a sus redes de apoyo social. Estos mandatos y roles predominantes desempeñan un papel importante no solo en la creación y el mantenimiento de un motivo de consulta, sino también obstaculizando la búsqueda de la ayuda necesaria para afrontarlo.
¿Por qué la terapia feminista es adecuada para los hombres?
Si echamos la vista atrás comprobamos con facilidad cómo la Psicología no se ha librado tampoco de la predominancia de la mirada masculina. Algunas teorías y modelos de asesoramiento y psicoterapia han sido androcéntricos en sus orígenes. Muchos terapeutas prominentes y las personas que estudiaron a través de la práctica clínica o la investigación eran hombres. Esto condujo al desarrollo de enfoques que, en el proceso de abordar las necesidades identificadas por la investigación y la práctica, perdieran de vista la diversidad de género. Sin embargo, su aplicación en terapia con hombres también está comenzando a ser cuestionada ahora porque sus definiciones estrechas de “masculinidad normal” no capturan a todos los individuos que se identifican como hombres.
Debido a sus orígenes en los movimientos por los derechos de las mujeres, la terapia feminista se ha asociado con clientas y terapeutas. Pero su enfoque es va mucho más allá al pensar en la diversidad de identidades, modos de relación, factores ambientales, etc. En la práctica, permite trabajar con personas con diferentes identidades de género. La terapia feminista permite la psicoeducación y la reflexión sobre el género y los conceptos asociados con él, para comprender mejor un problema presente, así como creencias más profundas.
La terapia con perspectiva de género es un ejemplo de un enfoque de terapia feminista que centraliza el papel del género en la salud mental. Su enfoque resalta conceptos como:
- Socialización de género: Proceso de aprendizaje a interiorización de normas, guiones y esquemas asociados al género.
- Masculinidad positiva: Reasignar de manera universal rasgos positivos tradicionalmente asignados solo a los hombres.
- Tensión de rol de género: Angustia experimentada al cumplir o incumplir normas asociadas al género.
- Visibilización de privilegios y barreras: Además del género existen otra serie de intersecciones que nos atraviesan y sitúan en nuestro entorno.
Si bien descubrir esquemas y guiones internalizados puede intensificar inicialmente algunos conflictos cognitivos y emocionales, los terapeutas ayudan a crear un espacio seguro para procesarlos y reformularlos. A medida que la terapia feminista ha evolucionado, ha abogado por un análisis similar de las expectativas o conflictos basados en roles que vienen con otras partes de la identidad.
Lejos de culpar a los pacientes, la terapia feminista reconoce que aquellos que se identifican como hombres también tienen que enfrentar las consecuencias negativas de ser socializados en una sociedad diferenciada. Pero al mismo tiempo alienta a cuestionar la dominación, identificar el papel de los pacientes en su mantenimiento y defensa. El enfoque de la terapia feminista en factores sistémicos permite discusiones similares sobre otras partes de la identidad y cómo su importancia puede variar según el contexto.
Uno de los objetivos de la terapia feminista es formular intervenciones que aborden las necesidades de los pacientes y los sistemas ecológicos relevantes, para crear un impacto que vaya más allá de la curación individual. Nuestro consulta de psicólogos en Delicias y Atocha te brinda esta oportunidad ahora más cerca que nunca.