En primer lugar, es necesario determinar si la ansiedad que se expresa es normal o no. Como es sabido, hasta cierto punto la ansiedad no es solo normal sino necesaria. Cuando afrontamos un reto próximo importante, como una entrevista o un examen, reaccionamos con ansiedad. Es la forma que tenemos de activarnos para rendir de manera apropiada. Es la respuesta primitiva de nuestro organismo preparándonos para «pelear o huir».
Es muy importante no confundrila con el miedo. La diferencia más clara es que con la ansiedad no somos conscientes de sus causas pero si de los síntomas (molestias somáticas, disfunciones neurovegetativas, inhibiciones, etc.). Por ello es necesario tratar la sintomatología sin olvidarnos de aquellas circunstancias, conocidas o no, que la generaron en un primer momento. Podemos hablar entonces de esa ansiedad molesta que no es necesaria y puede llegar a ser patológica. Dentro de esta categoría podemos incluir los diferentes trastornos de ansiedad que se recogen en los manuales de psiquiatría:
- Trastorno de ansiedad generalizada
- Trastorno de pánico
- Agorafobia
- Fobia específica
- Trastorno de ansiedad social
- Trastorno de ansiedad por separación
- Mutismo selectivo
- Trastornos de ansiedad inducidos por sustancias
- Hipocondría
- Síndrome secundario de ansiedad
- Otros trastornos de ansiedad o relacionados con el miedo especificados
- Trastornos de ansiedad o relacionados con el miedo, sin especificación